Vence al calor

Las temperaturas alcanzan los 80 y 90 grados e incluso más en Carolina del Norte durante los meses de verano. Mantenerse fresco puede ser difícil. Afortunadamente, nuestro cuerpo tiene una forma natural de refrescarse. A través de la transpiración o sudoración se excreta líquido por la piel que actúa como agente refrigerante para regular la temperatura corporal dentro de unos rangos normales y saludables.

Las personas expuestas a altas temperaturas pueden correr riesgo de deshidratación. La deshidratación se produce cuando el cuerpo no tiene suficiente líquido. Los niveles de líquidos caen por debajo de lo normal cuando se consume muy poco líquido o se pierde o excreta demasiado. Estar deshidratado puede afectar a cómo se siente y a su capacidad para moverse y pensar. Los síntomas de deshidratación son: aumento de la temperatura corporal, de la respiración y del pulso; sequedad de boca; fatiga; debilidad; mareos; dolor de cabeza; y orina de color oscuro[i].

Beber agua es una forma de mantenerse hidratado. Según el Instituto de Medicina, las personas obtienen aproximadamente el 80% del agua que necesitan bebiendo agua y otras bebidas. El 20% restante procede de los alimentos. Algunos alimentos tienen un contenido de humedad especialmente alto y pueden ser útiles para mantenerse hidratado, sobre todo para aquellos a los que no les gusta beber mucho[ii].

Los siguientes son algunos ejemplos de alimentos que no son bebidas (frescas, congeladas, enlatadas o preparadas) y que son buenas fuentes de agua. Cuando se consumen, estos alimentos pueden ayudarle a mantenerse hidratado y en los calurosos meses de verano:[iii]