"Si tienes salud, lo tienes todo"

Creo que todos hemos oído esta cita, pero su significado cala aún más hondo en esos momentos en que estamos enfermos o curándonos de un accidente, una operación o incluso un fuerte resfriado. En esos momentos en los que no gozamos de (buena) salud nos damos cuenta de lo importante que es. Durante la recuperación, lo que sentimos es lo más importante y, cuando estamos sanos, nos limitamos a ocuparnos de nuestras tareas cotidianas.

A medida que envejecemos, mantenerse sano a través de la dieta (alimentación sana y ejercicio) es aún más importante que en nuestros años de juventud. Reducir el impacto del envejecimiento en nuestros cuerpos y mentes suele significar que tenemos que comer más sano y movernos más. Y, para los adultos mayores, estos cambios se traducen en seguir siendo independientes: mantenerse activos en la propia comunidad, permanecer en el propio hogar y depender menos de la familia y los amigos para recibir apoyo.

SNAP puede ayudarle a ayudarse de dos maneras. Los beneficios de SNAP pueden ayudarle a comprar más alimentos, alimentos más saludables. Y, la educación SNAP puede enseñarle cómo comer más sano y moverse más.

¿De qué manera le han ayudado a usted o a un miembro de su familia las prestaciones del SNAP a mantenerse independientes?