Planificación de comidas en cinco sencillos pasos

Este es el segundo blog de una serie sobre planificación de comidas. Si no ha leído la primera entrada, debería empezar por aquí para conocer los muchos beneficios de la planificación de comidas. ¿Está listo para empezar a planificar sus comidas, pero no sabe por dónde empezar? Este artículo le ayudará a empezar con cinco sencillos pasos.
En primer lugar, elige dos o tres comidas que os gusten a ti y a tu familia.
Sí, ¡la misma comida! Ya sea carne asada, pollo con arroz o puré de patatas y filetes... De este modo, su familia quedará satisfecha y usted tendrá una receta "de cabecera" que sabe que será fácil de preparar y que le resultará familiar. Intenta que estas tres comidas sean sencillas. Siempre está bien probar cosas nuevas, pero utilizar recetas de comidas que te resulten familiares te ahorrará muchos quebraderos de cabeza.
En segundo lugar, elabora una lista de comidas para toda la semana.
Si eres un padre que trabaja, como yo, el mejor momento para hacer la lista puede ser una perezosa mañana de domingo después de la primera taza de café. Desarrolla tus recetas "de cabecera" incluyendo una o dos recetas nuevas que te gustaría probar, o viejas favoritas que no preparas muy a menudo. A mí me gusta escribir las recetas en un cuaderno y luego pasar las más "populares" a fichas; en el próximo blog profundizaremos en el método de las fichas.
En tercer lugar, haz una lista de ingredientes.
Ahora que ya tienes todas las comidas, tienes que asegurarte de que tienes todos los ingredientes para ellas. Anota los ingredientes necesarios para cada receta. Te aconsejo que los clasifiques por categorías, ya que así te resultará más fácil ir al supermercado. Por ejemplo, la leche, el queso y el yogur irían en la categoría de productos lácteos; los pimientos verdes, los tomates y la lechuga irían en la categoría de productos frescos, etc.
Puedes utilizar el sistema de recuento para calcular cuántas unidades de cada ingrediente necesitarás comprar para el menú de toda la semana. Por ejemplo, si necesitas cinco patatas para la cena del martes de patatas asadas y pollo, puedes escribir la palabra patata y contar cinco, de modo que cuando llegues a la cena del jueves de estofado de ternera, para la que necesitas tres patatas, puedas sumar las tres cuentas en lugar de volver a escribir patatas. Este paso puede llevarte unos minutos, pero merecerá la pena y te ahorrará mucho tiempo durante la semana.
Consejo: Otra opción es imprimir una plantilla. Aquí tienes un enlace con diferentes plantillas, elige la que más te convenga.
Si eres un experto en tecnología, puedes optar por utilizar una aplicación de listas de la compra.
Cuarto paso: revisa tu despensa y tu frigorífico.
No querrás gastar dinero en cosas que ya tienes guardadas en la despensa o escondidas en el cajón inferior del frigorífico. Después de hacer la lista de ingredientes con los recuentos, comprueba que no tengas ya algunos de los artículos. Utiliza la lista para marcar los ingredientes que ya tengas. Por ejemplo, si una receta requiere cinco patatas, pero ya tienes tres, marca tres para saber que sólo tienes que comprar dos. Esto reduce los costes y el desperdicio de alimentos.
Consejo: No taches los ingredientes, sólo coloca una marca de verificación, ya que puedes utilizar esta lista para futuras referencias.
Quinto paso: ir de compras y prepararse.
Ahora que ya tienes todos los ingredientes, es hora de empezar a preparar las comidas. Utiliza bolsas de plástico o recipientes para separar los alimentos necesarios para cada comida. Cortar previamente las verduras, las frutas y las carnes te ayudará a ahorrar tiempo cuando prepares la comida a lo largo de la semana. Considere también la posibilidad de sazonar las carnes antes de congelarlas, ya que así realzará su sabor.
¿Quieres saber más sobre la planificación de comidas? Vuelve pronto, en el próximo blog te daremos algunos consejos sobre cómo mantenerte organizado y constante.
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